Elecciones en Brasil: oportunidades tras el comportamiento del mercado
En SURA Investment Management cambiamos nuestro posicionamiento con una visión más constructiva en el corto plazo, teniendo en cuenta las atractivas valorizaciones en la renta variable y menores riesgos de cambio inmediato de las actuales políticas promercado.
Brasil lleva cuatro trimestres consecutivos de crecimiento económico,alcanzando unos niveles de 4% y 1.65% en los dos últimos periodos del 2021 y 1.69% Y 3.2% para los dos primeros trimestres del 2022. La reactivación que muestran estas cifras es acompañada por un desempleo que cayó al 9.1% en el segundo trimestre, el nivel más bajo en casi 7 años, y una inflación que luego de llegar a 12.1% en abril de este año, pasó en agosto a 8.8% interanual, siendo una de las primeras economías de la región que empieza a mostrar señales de descenso.
En este contexto, la contienda electoral que se llevará a cabo el próximo domingo 2 de octubre parece estar favoreciendo al ex presidente Luiz Inacío Lula Da Silva con un amplio gap, en comparación con los estrechos márgenes que se vieron en los procesos electorales recientes de Colombia, Chile y Perú.
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Ante una posible victoria de Luda Da Silva, esperamos que dentro de la conformación de su Gabinete, nombraría personas ortodoxas, para generar alianzas y lograr mayor credibilidad en el mercado, tal como lo hizo con el nombramiento de su vicepresidente, el conservador Geraldo Alckmin.
En cuanto a la posibilidad de una victoria de Jair Bolsanaro, se esperaría que se dé continuidad a su agenda económica promercado y al impulso de las privatizaciones. Respecto a la política fiscal, Bolsonaro ha prometido aumentar las exenciones del impuesto sobre la renta, además de su compromiso con la consolidación fiscal y el techo de gasto.
¿Habrá segunda vuelta?
De acuerdo a los resultados publicados por Ipec (Inteligência em Pesquisa e Consultoria Estratégica) en sus encuestas del 17 y 19 de septiembre, en primera vuelta el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), tiene el 47% de las intenciones de voto, mientras que el presidente Jair Bolsanaro tiene el 31%(sin cambios desde la última encuesta), mientras que para la segunda vuelta Lula tiene el 54% (del 53%) y Bolsonaro el 35% (del 36%).
Aunque el escenario más probable apunta a una victoria de Lula Da Silva, es posible que tengamos una segunda vuelta, teniendo en cuenta que la aprobación de Bolsonaro ha mejorado, luego de la publicación de los indicadores macroeconómicos recientes y el incremento de los estímulos económicos para lograr su reelección. No descartamos sin embargo, una victoria en primera vuelta de Lula Da Silva, teniendo en cuenta su masiva aceptación.
Una mayor volatilidad e incertidumbre podría presentarse luego de los resultados, teniendo en cuenta que si gana Lula Da Silva, el actual presidente Jair Bolsanaro podría impugnar los resultados, lo que daría pie a nuevas manifestaciones.
Por otro lado, este 2 de octubre también cursarán las elecciones para el Congreso, que actualmente tiene 32 partidos registrados y la mayoría tiene alguna representación parlamentaria. Al igual que lo que hemos visto en países de la región como Perú y Chile, un Congreso fragmentado evitaría cambios drásticos de políticas, al igual que una aprobación de una Reforma Tributaria menos promercado, lo que podría favorecer la confianza inversionista y el futuro desempeño de la moneda.
Igualmente, en el caso que, ni el candidato de izquierda ni el candidato de derecha, alcancen más del 50% de los votos en la primera vuelta, esperamos que continúen las alianzas y moderación de las propuestas más radicales, especialmente en Lula Da Silva, para atraer a los candidatos y votantes de centro.
¿Qué monitoreamos para nuestro posicionamiento en el largo plazo?
La posible victoria de Lula Da Silva podría traducirse en un crecimiento económico más rápido, ante el impulso de la demanda interna, vía consumo privado y un mayor gasto público destinado a programas de bienestar social. Sin embargo, este dinamismo vendría acompañado de un mayor déficit fiscal y niveles de inflación superiores a los actuales.
Una de las mayores preocupaciones del mercado, respecto a las finanzas públicas, es la intención de derogar el tope de gastos exigido por la Constitución (que establece que el gasto no puede aumentar más que la inflación), ante la necesidad de incrementar el gasto del país en infraestructura, que actualmente ronda el 2% del presupuesto de Brasil. Ante la eliminación de este ancla fiscal, la confianza empresarial e inversionista podría verse afectada en el largo plazo y generar mayor volatilidad.
Por otro lado,durante su campaña Bolsonaro ha contribuido al aumento de beneficios sociales, reducción de impuestos a los combustibles y aumento del salario mínimo. Sin embargo, pese a los buenos resultados que hoy muestra Brasil en términos macroeconómicos (PIB, inflación y empleo) y unas políticas que generan mayor confianza inversionista en diferentes sectores de la economía, la reelección podría significar mayores desafíos sociales, en los niveles de pobreza y desigualdad, así como unas relaciones internacionales más tensas, tanto en Latinoamérica como en el resto de países desarrollados que han señalado a Brasil por la aceleración de la deforestación en la selva amazónica durante su mandato.
Desde SURA Investment Management mantenemos un constante monitoreo de la situación y comunicaremos de forma oportuna actualizaciones o eventuales cambios en la estrategia.