El Banco Central de México sorprendió ayer al mercado con un alza de 25 puntos base en su tasa de interés, llevándola al 4,25%. El principal argumento para la decisión, la cual no fue unánime, son las expectativas de inflación al alza y por un tiempo más prolongado al anteriormente anticipado.
Banxico ha asegurado que sus próximos movimientos estarán vinculados a los nuevos datos que se vayan conociendo, por lo que no se descartan nuevas alzas en el corto o mediano plazo. De todas formas, no se espera que sea el inicio de un ciclo de elevación de las tasas.
Posterior al incremento, el mercado de renta fija tuvo una reacción negativa. Las tasas de interés de corto plazo han elevado en promedio 40 puntos base, mientras que la parte media ha incrementado 25 puntos base y la parte larga ha disminuido 5 puntos base en promedio.
Las tasas reales, por su parte, han tenido el mismo efecto de aplanamiento, en donde la parte corta ha incrementado 30 puntos base en promedio, la parte media y larga 20 puntos base en promedio.
Desde una perspectiva de asset allocation mantenemos una posición neutral en México. Sin embargo, nuestro proceso de inversión implica un monitoreo constante de las perspectivas de la región y, en caso de realizarse un cambio, les comunicaremos de forma oportuna a través de los canales tradicionales.
En cuanto a la estrategia en renta fija, mantenemos una subponderación a tasas nominales ante mayores incrementos potenciales en la curva y una sobreponderación en tasas reales ante la dinámica inflacionaria más elevada, que si bien pensamos es coyuntural, creemos continuará en el corto plazo.