Las sorpresas inflacionarias continúan moderando las expectativas de política monetaria, sin embargo, a diferencia de otros periodos, los buenos datos económicos son bien recibidos, generando un positivo desempeño en los activos de riesgo. Así, mantenemos nuestra preferencia por la Renta Variable, activo que sobreponderamos respecto a la Renta Fija.

Una moderación en las proyecciones de política monetaria ha hecho que las expectativas de recortes en la tasa de interés para marzo de 2024, se ajusten al 40%, a diferencia del 80% estimado a inicios de año, es por esto que, estamos aumentando nuestra exposición en acciones, moviéndonos desde neutral, mientras reducimos la exposición en Renta Fija y ajustamos ligeramente a la baja la duración.

2024 será un año marcado por la normalización de la actividad, la inflación y la política monetaria, pero amenazado por el riesgo de mayores conflictos geopolíticos y de una recesión de magnitud y duración incierta.

Esperamos un contexto favorable para la Renta Fija global principalmente, favoreciendo la duración y los títulos corporativos Investment Grade, mientras que en la Renta Variable continuamos neutrales.

En cuanto a activos como commodities y alternativos, vemos oportunidades de diversificación de los portafolios, pese a los riesgos de tasas altas por más tiempo y debilidad económica de países como China.

Durante el último mes se produjo un cierto cambio en la narrativa macroeconómica de EE. UU., en donde la lectura inflacionaria del mes de octubre sorprendió positivamente a los mercados, y los datos de empleo registraron un menor dinamismo. Con esto, decidimos incrementar nuestra exposición a la renta fija, cambiando el posicionamiento desde una neutralidad hacia una sobreponderación por sobre la renta variable.